Por definición, el delito de homicidio involuntario es quitarle la vida a alguien sin intención de hacerlo o sin haberlo premeditado, lo que en palabras más sencillas sería, que sea el culpable de una muerte accidental. Esto significa que usted puede ir a prisión por quitarle la vida a alguien a quien no pretendía matar, sencillamente porque fue responsable de la negligencia que causó el fallecimiento de esa persona.
Una condena por homicidio involuntario puede ser bastante severa. Si se enfrenta a un cargo de este tipo, es importante que busque ayuda legal cuanto antes. The LA Criminal Defense Law Firm cuenta con abogados calificados y con experiencia en casos de esta índole. Si está en Los Angeles contáctenos.
Mientras le invitamos a leer nuestro artículo hasta el final para obtener más información sobre los aspectos legales de este delito. Pero antes de iniciar le advertimos que enfrentarse a un cargo como este, amerita tomar una decisión rápida. Entre más tiempo pase sin una defensa adecuada, más complejo se puede volver su caso. Ahora sí, comencemos.
¿Qué normativa legal rige el homicidio involuntario en California? y ¿Qué prevé la misma?
La normativa legal que rige este homicidio es el artículo 192(b) contenido en el Código Penal de California (PC). Y prevé textualmente lo siguiente: El homicidio es la muerte ilegal de un ser humano sin malicia. Es de tres tipos:
…(b) Involuntario: en la comisión de un acto ilícito que no constituye un delito grave; o en la comisión de un acto lícito que pueda producir la muerte, de forma ilícita o sin la debida cautela y circunspección. Esta subdivisión no se aplicará a los actos cometidos en la conducción de un vehículo.
De acuerdo con lo previsto por la norma, hay varios aspectos importantes en este delito. El primero de ellos es que para ser condenado por su comisión no se requiere la malicia o intención de querer matar a la persona. Lo segundo es que el homicidio de este tipo puede tener lugar por un acto ilícito o un acto lícito, siempre que haya constituido una negligencia y que en virtud de ella se haya ocasionado la muerte de la persona. Y por último, dicha norma no cubre el castigo que corresponde a las muertes causadas mientras se está manejando un vehículo, no porque no sea un delito matar a alguien por su conducción negligente, sino porque tal circunstancia está cubierta por la misma norma pero en la subdivisión (c).
¿Qué elementos del delito se tienen que probar en estos casos?
Lo primero que debemos aclarar es ¿qué son los elementos del delito? Estos elementos son circunstancias, hechos o supuestos, que necesariamente deben ocurrir conjuntamente para que se haya consumado un delito. Caso contrario, si no se demuestra la concurrencia de esos elementos no se habría configurado el delito lógicamente tampoco sería procedente un castigo por el mismo.
Dicho esto, cabe mencionar que cada hecho punible tiene sus propios elementos y que, en el caso específico del homicidio involuntario, estos son los siguientes:
- El acusado cometió una acción ilegal o una acción legal que se ejecutó de manera ilegal,
- El acusado cometió el crimen o incurrió en negligencia criminal, y
- Tal acto provocó el fallecimiento ilegal de alguien.
Cada uno de estos elementos debe estar presente en el hecho que se investiga porque, aunque se pruebe uno o dos, si no se demuestran los tres, no se tiene consumado el hecho punible. En otras palabras, las circunstancias antes señaladas deben coexistir, porque solas no constituyen un homicidio involuntario.
En las siguientes líneas se abordan más detalles de estos elementos con el fin de tocar puntos legales importantes sobre el delito.
El acusado cometió una acción ilegal o una acción legal que se ejecutó de manera ilegal
La ley señala que este tipo de homicidio puede darse bien sea por un acto ilegal o por un acto legal pero ejecutado de forma ilegal.
Ahora bien, un acto ilegal no necesariamente tiene que ser algo muy grave, esto puede tratarse de una infracción, un hecho punible menor o uno mayor. De hecho, cuando la norma que regula el delito habla de un “acto ilegal” se refiere a un acto que no sea de naturaleza peligrosa, porque de considerarse como tal, el hecho pudo constituir un asesinato en vez de un homicidio, y en ese caso el escenario legal es más complejo.
En ese sentido, un acto ilegal como lo prevé la ley puede ser el escenario donde un curandero, sin contar con una licencia médica válida, receta a un paciente con leucemia masajes para aliviar su dolor, pero realmente esos masajes terminaron provocando hemorragia interna y, como consecuencia de ello, la persona muere. El hecho de que la persona no contara con licencia médica hace que recetar algún tipo de tratamiento sea un acto ilegal y por tanto punible bajo esta sección del código penal.
Por su parte, cuando la ley se refiere a un acto legal debe entenderse como cualquier acción lícita o que no esté prohibida por las leyes, pero que se ejecutó de forma ilegal. Por ejemplo, un médico con licencia profesional válida que prescribió de manera excesiva medicamentos sedantes a un paciente, y este termina muriendo de sobredosis. En contraposición con el ejemplo anterior, en este caso el acusado si contaba con licencia para recetar tratamientos, lo que lo hace una acción legal, pero aún así se entiende que el profesional de la salud actuó de forma negligente (de manera ilegal), por tanto, su acto es punible según la ley penal que regula este delito.
El acusado cometió el crimen o incurrió en negligencia criminal
A los efectos de la ley, se entiende que un acto conlleva “negligencia criminal” cuando en el hecho se dan las siguientes circunstancias:
- Actuó imprudentemente creando el peligro de que una persona sufriera lesiones severas o la muerte, y
- Cualquier persona razonable sabe que actuar de tal forma habría significado un peligro.
Para los propósitos de esta ley, la imprudencia debe entenderse como la falta de capacidad para pensar ante ciertos acontecimientos o actividades, sobre los posibles riesgos que estos conllevan. De modo que, la negligencia criminal no requiere que se demuestre que la persona sabía el riesgo que se corría con su acción, sino que cualquier persona razonable en su lugar lo hubiese sabido.
Por ejemplo, cualquier persona en su sano juicio sabe que dejar a un bebe dentro del auto por horas podría causar su muerte por deshidratación. Pero distinto es que usted hubiese dejado al bebe en el auto por unos segundos mientras entraba a la casa para recoger su bolso olvidado, y en eso una fuga de gasolina en su auto hace que este explote causando que se prenda en llamas, y con ello la muerte del bebe, ¿quién hubiese pensado que en ese momento iba a incendiarse el auto? Ninguna persona lo imaginaría, entonces aquí no hay negligencia criminal.
La negligencia criminal se define de mejor manera afirmándose que representa algo más que un simple descuido, un error o falta de atención.
Tal acto provocó el fallecimiento ilegal de alguien
A los efectos de la ley que regula el delito objeto de análisis, se entiende que la acción provocó la muerte cuando:
- El fallecimiento se derivó como consecuencia natural, directa y probable del acto, y
- El fallecimiento no se hubiera producido si no fuera por el acto.
Homicidio Involuntario en casos de incumplimiento de un deber legal ¿de qué se trata?
Es muy importante saber que los casos donde una persona incumple sus deberes legales con la otra y como consecuencia de ello esta muere, también pueden derivar en cargos por este tipo de homicidio.
Por ejemplo, un hombre quien es cuidador remunerado de un anciano que, por su estado senil, no puede cuidar de sí mismo. Este tiene el deber legal de alimentar, supervisar y dar tratamiento médico al anciano, sin embargo, ese día se le acabaron las pastillas y, por ver un programa en la televisión, no salió a comprarlas, acto seguido, el anciano muere por no recibir el tratamiento. En este caso, el hombre a cargo del anciano, por incumplimiento de sus deberes como cuidador, puede enfrentar cargos por un homicidio de este tipo.
Igualmente ocurre con el médico que debía supervisar el estado clínico de su paciente hospitalizado y por falta de esa supervisión médica, el paciente se complicó y falleció.
Para que una persona sea castigada por un cargo como este en virtud del incumplimiento de sus deberes legales la Fiscalía tendría que demostrar los siguientes elementos:
- El imputado tenía deberes legales con la víctima fallecida,
- Incumplió con sus deberes legales,
- Su acción constituye un acto de negligencia criminal, y
- Su incumplimiento produjo la muerte de la víctima
¿Qué tan graves son las consecuencias legales si me declaran culpable de este delito?
La respuesta es: muy graves. Enfrentar este tipo de cargos no es cualquier cosa, ya que una sentencia condenatoria por el mismo podría mantenerlo durante un muy buen tiempo en la cárcel. Este hecho punible bajo las leyes de California se considera en todos los casos como grave y una sentencia potencial puede establecer lo siguiente:
- Desde 2 y hasta 4 años de cárcel,
- Libertad condicional por un delito grave (formal), y
- Hasta $10.000 en multas.
Ahora bien, en el caso de que se haya involucrado un arma considerada como mortal en el presunto homicidio, también se enfrenta a la posibilidad de que su condena constituya un “strike” bajo la Ley de Los Tres Strikes. Según esta ley, cada condena por ciertos delitos graves o violentos acarrea un “strike”, y si acumula dos o más las consecuencias legales pueden ser más severas de lo que prevé la norma que regula el delito subyacente.
Así por ejemplo, el primer “strike” sólo es una advertencia de que se mantenga dentro del marco de la ley porque al próximo las consecuencias serán peores. Un segundo “strike” ya no conlleva las mismas consecuencias que las que prevé la ley para el delito, sino estas aumentadas al doble. Y un tercer “strike” lo enfrenta a pasar desde 25 años en prisión a cadena perpetua.
Debido a lo anterior, las consecuencias a las que se enfrenta pueden ser mucho más graves que las que mencionamos en líneas anteriores si en el hecho se involucró un arma mortal y dependiendo de cuántos “strikes” tenga.
Cabe aclarar que un arma mortal no necesariamente es un arma de fuego, sino que cubre cualquier objeto que, por la forma en la que se usó, resultó mortal. Ello incluye más no se limita a: una silla, la punta de un tacón, un bloque o incluso un lápiz.
Por otro lado, se debe mencionar que, además del cargo penal, también puede enfrentar una demanda civil iniciada por el familiar del occiso según lo establecido en el artículo 377.60 del Código de Procedimiento Civil. Las sanciones por este tipo de acciones no contemplan la pena de cárcel, sino el pago de una indemnización económica por el agravio que cometió. Sin embargo, debe saber que una persona puede ser responsable tanto civil como penalmente, y como consecuencia de ello pueden sufrir sanciones por un procedimiento y por el otro de forma conjunta. En palabras más sencillas, puede ser objeto de pena de cárcel como consecuencia de un procedimiento penal, y también ser condenado a pagar una onerosa indemnización como consecuencia de un procedimiento civil, ambas sanciones al mismo tiempo.
¿Cómo puedo defenderme de estas acusaciones?
El sólo hecho de ser acusado por este delito no significa que inmediatamente será objeto de las sanciones que antes mencionamos. Si está detenido es porque fue arrestado y privado de libertad preventivamente, pero no porque le condenaron. Antes de dictarse una condena es necesario que se haya iniciado un juicio en su contra y que el Juez lo declare culpable del cargo de homicidio involuntario. En este punto, e incluso antes de que se presente formalmente una acusación, usted necesitará asesorarse legalmente con un abogado penalista (si se enfrenta a un cargo penal) o civilista (si se enfrenta a una demanda civil), para que este revise los detalles concretos de su caso y determine sus opciones legales.
Lo ideal es que se asesore cuanto antes, porque esto le dará ventaja sobre su caso. Considere hacerlo aun si su escenario legal se ve complicado, porque muchas veces para ganar un caso lo que se necesita es una buena estrategia, ya que esto puede llegar a pesar más que cualquier prueba en su contra. De hecho, incluso si usted incurrió en homicidio involuntario aun sigue siendo posible luchar contra sus cargos o mitigar el hecho para tratar de reducir lo más que se pueda su sentencia, esto puede ahorrarle tiempo significativo en la cárcel o hacer que sea más probable que el Juez le otorgue libertad condicional.
En cuanto a las defensas que se utilizan para luchar contra los cargos de este tipo de homicidios, debe precisarse que estas son muchas, sin embargo, no todas tienen los mismos efectos en todos los casos, ya que cada escenario legal es diferente del otro, y por tanto, una defensa debe adecuarse a los detalles y características del caso en específico.
A continuación se mencionan algunas de las defensas que se pueden emplear en estos casos:
Legítima defensa
Un caso de legítima defensa es cuando el acusado actuó para defenderse o defender a alguien más de la persona que murió. En estos casos, aunque la persona haya muerto producto de una acción del acusado, este no será responsable penalmente del hecho.
Sin embargo, para que dicha defensa sea válida debe probarse que el acusado creyó razonablemente que él o la persona a la que defendió estaba en peligro de sufrir lesiones o morir, que creyó razonablemente que era necesario el uso de fuerza letal y que no usó más de la fuerza necesaria para detener el peligro.
Sin negligencia criminal
Como lo mencionamos en líneas anteriores, para que una condena por este delito sea válida, el hecho por el cual le acusan tiene que ir más allá de un simple descuido o falta de atención, de lo contrario si fue un simple accidente, por ejemplo, usted tropezó con una piedra e hizo caer a la víctima por un balcón y esta murió, no habría lugar a una condena.
La evidencia no es suficiente
El alegato de evidencia insuficiente no es el típico argumento de que no hay pruebas, puede haberlas, pero las que hay no son suficientes para condenarlo.
¿Hay otros delitos relacionados con este?
Sí los hay. De hecho, hay varios que se pueden confundir con este crimen, por lo que consideramos importante mencionarlos y abordar una explicación al menos general de lo que se trata cada uno de estos a los fines de que conozca sus diferencias con el de homicidio al que refiere el 192(b) PC. Estos son:
Asesinato – artículo 187 PC
A diferencia del homicidio involuntario, para que una persona sea condenada por asesinato, se requiere que esta haya tenido toda la intención de matar, es decir requiere malicia de antemano o malicia premeditada. Este delito puede conllevar una pena de prisión estatal de 15 o 25 años y hasta cadena perpetua, ello dependerá de si se califica en primer o segundo grado.
Homicidio voluntario – artículo 192(a) PC
Este delito está regulado por la misma norma que regula el homicidio cometido de forma involuntaria, solo que bajo una subdivisión diferente que es la (a). Sobre el mismo hay algo muy particular y es que, aunque por su dominación “voluntario” pareciera que el delito requiere ser cometido con malicia de antemano, al igual que el homicidio involuntario este también se comete SIN malicia. El término “voluntario” realmente refiere a que no se trató de un accidente, ni de una negligencia o que alguien le obligó a cometer el homicidio, sino que su actuar fue voluntario, lo hizo por sus propios medios, pero no porque quisiera matar a la persona, sino porque lo cegó el calor del momento durante una discusión.
Bajo el 192(a) PC, este delito se define como matar a una persona por una pelea o por el calor de una pasión o del momento.
El ejemplo más típico en el que se configura este hecho punible es el de un hombre que consigue a su esposa teniendo relaciones sexuales con otra persona. El hombre enfurecido y cegado por la ira toma al amante de su esposa y lo empieza a golpear y como consecuencia de los múltiples golpes el amante murió. En este caso no hubo negligencia, nadie obligó al hombre a golpear a la persona, no se trató de un simple accidente, y por tanto es voluntario. Pero si el imputado hubiese estado calmado la muerte simplemente no se hubiera producido, por lo que no había una intención premeditada de matar, es decir, no hubo malicia.
Un homicidio voluntario es más grave que el involuntario, ya que podría conllevar una sentencia de entre 3 y 11 años de prisión estatal y cualquier condena constituye un “strike”.
Homicidio vehicular – artículo 192(c) PC
Tal como lo mencionamos en líneas anteriores, las muertes que se producen como consecuencia de la conducción negligente de una persona no se cubren por la subdivisión (b) que regula el homicidio cometido de manera involuntaria, sino por la subdivisión (c). Ambos delitos se configuran cuando una persona mata a otra sin malicia de antemano, pero la diferencia clave está en que el homicidio vehicular cubre las muertes causadas por conducir de manera negligente o ilegal.
Cabe aclarar que, si una persona mata a alguien atropellándolo (por ejemplo) pero tenía todo el propósito de atropellar a esa persona, los cargos se presentaran como asesinato y no como homicidio vehicular, ya que, como se mencionó anteriormente, este último se comete sin malicia.
Las sanciones por este delito varían de acuerdo con como sea calificado, ya que este hecho punible puede calificarse en tres tipos: por negligencia ordinaria, negligencia grave y el que se comete con fines de lucro. En términos generales la sentencia mínima puede conllevar hasta 1 año de cárcel y la máxima hasta 10 años de prisión.
Asesorarme con un abogado especializado en delitos violentos cerca de mí
Una acusación por homicidio involuntario es algo muy serio y por ende requiere actuar lo más pronto posible. Por ello, le recomendamos llamar a un abogado calificado, y entre más rápido lo haga, más posibilidades tendrá de vencer sus cargos.
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